jueves, 13 de diciembre de 2012

Espace Killy. La Poudreuse.

El puente de la Purísima suele marcar el calendario de inicio de las temporadas de ski en el Pirineo y aunque este año las previsiones de nieve auguraban un buen inicio en casa, decidimos marcharnos a Tignes después de marear la perdiz y reservar dos días antes con unos mapas que aseguraban el paquete pero pocas horas de sol. El miércoles al mediodía salía con Marcos y Felix y sobre las nueve de la noche ya conducía bajo una intensa nevada poco después de Albertville, y ya, con los ojos como platos, cuando llegábamos a Bourg St. Maurice con un paquete brutal. Recoger llaves, buscar apartamento, cena y a dormir con unas previsiones que nos iban a hacer madrugar mucho. El jueves se levanta con sol según lo previsto, así que desayuno y para abajo a esperar la primera silla que abra. Hace más de diez años que no piso Tignes, y desde luego, me la miro con otros ojos.

Aeroski
Un par de rondas en Tichot antes de que abran por fin la zona de Les Tufs donde buscamos más pendiente. Ya estamos todo el grupo al completo con Carles, Marina, Albert y Lorena que llegaban a Val Claret sobre las seis de la mañana, así que nada mejor que un par de líneas en polvo frío y profundo para despertarse. Saltamos a la zona de Palafour donde seguimos reventando todo lo que podemos y seguimos bajo el Aeroski donde encontramos las mejores condiciones con pendiente y un paquete de los serios. Como siempre en estos días, pocas ganas de sacar la cámara y muchas ganas de trillar todo lo que se pone por delante. A media tarde aun nos da tiempo de volver hacia Val Claret y rallar la zona de Tovières. 

Meteofrance vuelve a acertar con las previsiones para el viernes que se levanta bajo una intensa nevada. Whiteout total en Tignes, así que decidimos bajar hasta Val d'Isère donde acertamos de pleno en la Daille con muchos metros de bosque por rallar y un telecabina para mantenerse algo seco. Lo que iba a ser un día de impás se convertió en unos de los días más divertidos que recuerdo. Colegas, visibilidad, powder, faceshots, alaridos, cruces, y sobretodo, risas. Sorpresa al intentar volver a Tignes sobre las tres de la tarde. Fuerte viento en altura y conexión cerrada, así que todos para Val d'Isère a esperar unos autocares que nos devolverían hasta Tignes y que tardaron más de dos horas en poder recogernos. -12º en el termómetro, nada en el estómago y unas ganas locas de llegar al apartamento.

La Daille

Val Claret

Las previsiones continuaban dando nieve para la mañana del sábado y las rachas de viento parecía que seguían en altura, así que nos vamos al sobre con la incertidumbre de lo que podríamos hacer por la mañana. El despertador vuelve a sonar poco después de las siete. Un rápido vistazo por la ventana, cielo totalmente roto con nubes bajas en el valle y los primeros rayos de sol que intentan asomar tímidamente.  Parece que la ventana de buen tiempo llega antes de lo previsto, así que desayuno rápido y para abajo.  Unos 50 centímetros nuevos y todo el valle  que parece un pastel de nata, detonaciones por todos lados y el ansia que va creciendo por momentos. Pasadas las nueve abren Tichot y subimos en las primeras sillas, el aspecto de la montaña es brutal. Un par de líneas bajo el remontador y rápidamente hacía Les Tufs para movernos lo antes posible a Palafour donde seguimos rallando. Riesgo 4 y varias roturas de placa pequeñas. Seguimos buscando nuevas líneas con un ojo puesto en el Aeroski. Finalmente lo abren sobre las doce, así que volamos para coger el primer teleférico y  hacemos un descenso para el recuerdo deslizando en un polvo seco y muy profundo. Saltamos de nuevo a Tovières donde seguimos encontrando polvo. ¡Regalazo! Últimas bajadas cercanas al Col de Fresse, que por cierto, no se ha tocado en todos estos días y para casa con la sensación de haber vivido uno de esos días que se cuentan con los dedos de una mano. Insane! Ya por la tarde, se une Nacho que llega directamente desde 7 Laux. Y como todo siempre es mejorable y faltaba por poner la guinda al pastel, nos vamos a la cama con la tranquilidad de que el domingo disfrutaríamos de buena météo para echar un vistazo a un par de clásicos de la zona.
Carles Pons dando gas. Foto: Marcos Rodríguez
Lip. Foto: Marcos Rodríguez
Domingo, after powder day en Tignes, pero aun con muchas zonas por rascar. Una gran parte del grupo sube hasta el glaciar para disfrutar un poco de las vistas mientras que Nacho y yo vamos a buscar unas líneas que han quedado pendientes cerca de Les Tufs y del Aeroski. Llevamos 4 días de polvorón y las ganas de rallar siguen intactas, así que nos movemos rápido hasta el Aiguille Percée para echar un vistazo a les Aiguilles du Chardonnet. Mientras subimos con la silla de Gratalu vemos varias lineas que salen de su corredor clásico, así que no nos lo pensamos mucho para sacar la cabeza por allí. Aviso rápido por walkie al resto del grupo para informar de nuestras intenciones y para arriba.

Nacho en la Combe Folle
Sin tener mucha idea de las opciones que teníamos optamos por ganar el mayor desnivel posible y echar un vistazo al primer corredor que han abierto los locales. Entra Nacho, espero señal y entro yo encontrándolo ya muy roto aunque con polvazo y en un ambiente increíble. Salida a gas por la comba y para arriba de nuevo para buscar otra entrada más limpia. Carles, Albert, Félix y Marcos ya están cresteando cuando llegamos arriba del Gratalu. Les avisamos por walkie de que busquen otra alternativa y trazamos una diagonal en busca de las entradas orientadas a norte donde volvemos a encontrar nuestra dosis de polvo.

Deep & Steep en Les Aiguilles du Chardonnet


Steep. Foto: Nacho Olmedo
Gas en Chardonnet. Foto: Nacho Olmedo
Tignes Val Claret
Nos reunimos con el resto del grupo y decidimos subir hasta el Aiguille Percée y ver la salida del itinerario que lleva hasta Les Brévières a 1550 metros y que baja por el Vallon de la Sache. Sin la logística de vuelta muy clara, empezamos a bajar por las suaves combas con el mejor polvo de toda la semana. El valle es impresionante y vemos un grupo de rebecos trazando huella. El riesgo de aludes por los aires y la zona que está muy cargada, hacen extremar las precauciones. Seguimos en un largo descenso hasta llegar a un torrente encajonado que nos acojona un poco. Salimos lo más rápido posible hasta recuperar unas huellas antes de entrar en el bosque que nos ha de llevar hasta Les Brévières. Perdemos las líneas y nos metemos de lleno en un marrón al encontrarnos sin salida en el torrente que acaba en una cascada sin salida, así que nos toca remontar unos cincuenta metros que se hacen interminables tardando algo más de una hora en poder salir. Marcos y Felix, que ya están abajo, encuentran transporte para subir hasta Tignes . Mientras esperamos a que bajen con nuestro coche nos tomamos unas cervezas que saben a gloria. Es momento de despedidas. Por un lado Carles, Marina, Lorena vuelven directos a Barcelona, y el resto subimos el puerto de nuevo para salir a la mañana siguiente. El bullicio de estos días pasa a la calma más absoluta. Es domingo por la noche y no hay ni un alma en la calle. Empieza a nevar de nuevo.

Freeride Hotel. Foto: Marcos Rodríguez
Carles Pons en el Vallon de la Sache
Guineus. Foto: Marcos Rodríguez
Vallon de la Sache. Foto: Marcos Rodríguez


Les Brévières 

Les Brévières (1550m.)
Tignes at night



3 comentarios:

Joan Molluna dijo...

Gran entrada i bones fotos, mestre Dave!!!

David Pérez dijo...

Gràcies Joan! se us va trobar a faltar!

i. dijo...

Cabronssssss!!!