Una vez en la rimaya nos ponemos los crampones y nos preparamos para afrontar los 500mD+ con una pendiente media de 47º. La traza abierta es buena, pero empieza a hacer calor y caen algunas purgas espontáneas. Escogemos la salida derecha buscando la roca que nos separa del corredor norte del Aiguille Qui Remue. Encontramos una cinta donde montar una reunión y decidimos rapelar los primeros metros en busca de mejores condiciones para iniciar el descenso. Joan y yo salimos los últimos y la nieve todavía no ha transformado. Primeros giros muy expuestos sobre 50º y un patio bajo el canto de libro. Nos encontramos con el resto del grupo bajo la rimaya, nos despedimos de Arnau y Toni que nos han acompañado durante el día y pasamos la noche en el refugio d'Argentière. Dadas las condiciones descartamos el corredor N-NE de les Courtes para el día siguiente y decidimos pasar la mañana en el Col de Tour Noir disfrutando tranquilamente de la perspectiva que tenemos de la cara norte del glaciar.
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