miércoles, 19 de enero de 2011

Curso de Alpinismo en Tavascán

Después de un reciclaje sobre roca en Sant Julià y Montgrony este otoño pasado, el Machard Team se reune de nuevo en Tavascán para seguir la formación en técnicas de alpinismo. A parte de reciclar gran parte de lo que habíamos hecho en Chamonix y el Berguedà, haremos algo de progresión con crampones y piolet, auto-detención, escalada en hielo,cordadas en ensamble, técnicas de foqueo y rapel.


El sábado se levanta despejado. Quedamos a eso de las 10:00am con Pau y cogemos la silla hasta el reenvío. Bajamos haciendo una diagonal hasta una zona cercana a una cascada de hielo, donde empezamos con técnica de progresión con crampones y piolet y auto-detención. Unas cuantas rebozadas más tarde, formamos grupos de dos y seguimos con técnicas básicas escalada en hielo y charla práctica sobre friends y tornillos de hielo. Por último, descuelgues con piolet.




Vamos a explicar por encima en que consiste un destrepe con piolet en una cordada de dos personas. Primero de todo cavaremos una trinchera donde introduciremos el piolet a modo de ancla. En él fijaremos una cinta con un mosquetón donde nos aseguraremos. Una vez asegurados, nuestro compañero se encordará para que lo podamos descolgar. Para ello utilizaremos un nudo dinámico. Cuando nuestro compañero se haya asegurado en otro punto y montado la reunión, descenderemos recuperando el material. En el caso de que fuéramos solos y tuviéramos que hacer un destrepe, podríamos hacerlo recuperando el piolet utilizando un cordino atado al piolet con un nudo ballestrinque para tirar de él una vez estuviéramos asegurados en otro punto.

Ya después de comer practicamos algo con el ARVA, y más tarde, Raul, Mollu y Pablo, deciden foquear hasta el reenvío aprovechando la luz de la luna.

El domingo se levanta monótono en cuanto a meteorología. Pau nos ha preparado un circuito donde practicaremos todo lo aprendido hasta la fecha y añade algo de técnica de foqueo. Para ello, Pau me presta una Atomic Poacher. Después de tantos años cargando con el snowboard y las raquetas es un gran momento para mi, y no tardo ni cinco minutos en darme cuenta de las ventajas que supone el splitboard, ya no sólo por el peso que se ahorra, sino también por la velocidad de avance y porque en jornadas donde necesitemos material de alpinismo se hará indispensable a la hora de cargar con todo.


Mientras Pau va corrigiéndonos, vamos sumando desnivel. El sol empieza a apretar y va sobrando ropa. Llegamos a una pala donde me enfrento a mis primeras vueltas maría. Mi técnica es deplorable y sufro bastante en las primeras. La pendiente es fuerte, pero poco a poco van saliendo mejor los apoyos hasta que llegamos a la entrada del corredor que nos llevaría hasta la Coma del Forn.



Subiremos encordados en ensamble. Para ello, uno de nosotros se atará los dos cabos con ochos reseguidos, y el otro se atará a la mitad de la cuerda con un doble pescador. Albert sube de primero y yo de segundo. Salvamos el primer tramo y trazamos una diagonal hasta el segundo corredor del día. Allí formamos una cordada de tres con Albert y Mollu. Pau ha equipado la zona con unos cuantos friends. No es excesivamente complicada, pero una caída podría ser bastante fea. Avanzamos poco a poco hasta que salimos a la antecima donde observamos una manada de rebecos al sol. Sólo queda seguir una gran pala hasta nuestro objetivo.




Desmontamos pieles y nos preparamos para el descenso. Primeros giros sobre hielo y nieve dura, y ya dentro del corredor algo de polvo. Me sorprende gratamente como se comporta la Poacher en esas condiciones.

Nos reunimos abajo y nos preparamos para afrontar el último examen. Pau ha equipado con un pitón la entrada de un corredor donde debemos montar la reunión para bajar en rapel. Formamos de nuevo cordadas de dos y montamos descuelgues con piolet para llegar hasta ella. Poco a poco vamos descendiendo mientras el sol se pone rápidamente y la luna hace acto de presencia, no hay mucho tiempo que perder. Albert y yo somos los últimos y empieza a oscurecer. Bajo lo más rápido que puedo, aseguro a Albert, monto el rapelador y para abajo donde me reúno con Mollu y Raul. Esperamos a Pau y a Albert que llegan ya a oscuras y bajamos hasta el refu con la luz de la luna. Sin duda, un momento mágico. Merecida comida, merienda y cena, despedidas y al coche. Desde aquí dar las gracias al Mestre Dablam y al staff de la Pleta por hacernos sentir como en casa. ¡Fins aviat!

2 comentarios:

i. dijo...

Cuidado chavales q no hay barritas en la basura para todos, eh? En esto cuenta mucho la veteranía y no llevar chupas azules eléctricas de surfetas!!!

David Pérez dijo...

jajaja! Boñi, ya sabes, surfero, pero respetable! a ver si practicamos un poco los descuelgues. Ya te aseguro yo! jaja!