Como las piernas necesitaban algo de descanso la noche anterior decidimos olvidarnos del despertador. Aprovechando que es día de luna llena decidimos pasar el día en la hytte de Lyngseidet, preparar algo especial para comer y subir al atardecer hacia el Rornestinden (1041m.). Pasamos por la biblioteca para conseguir algo de información sobre el estado de la cabaña y más tarde por el supermercado para comprar algo de carne. Repartimos un poco la comida y salimos hacia la cabaña poco después del mediodía.
Ya en la hytte, preparamos un fuego, calentamos algo de agua, salimos a fotear, dejamos pasar el tiempo desde la tranquilidad que ofrece un lugar como este. Ya tenemos brasas, asamos unas patatas y Felix prepara algo de ensalada para acompañar los steaks. El refu huele que alimenta mientras se hace la carne, picamos algo de cecina y bebemos un buen vino que ha traído Víctor. Se está de puta madre. Después de comer es inevitable echarse una buena siesta antes de salir.
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| Skihytte |
Son pasadas las 5:00pm cuando salimos de la cabaña. El termómetro ronda los -10º y el viento no augura un ascenso de lo más cómodo. Aun así, salimos del refu buscando el collado que nos deja en un lago totalmente helado con las últimas luces del día. Desde allí sólo quedan unas cuantas zetas hasta la cima bajo la luz de la luna. El viento sigue arreciando y decidimos quedarnos a 50 metros de la cumbre. La sensación térmica es horrible. Salimos de la cresta y nos protegemos del viento en una pala cargada de polvo que nos llevará de nuevo hasta el lago donde lo paso bastante mal para salir por la ventisca. Buscamos una larga diagonal que nos deja de nuevo en la traza para bajar directamente a Lyngseidet. Mientras nos cambiamos en el coche, la aurora boreal hace acto de presencia con más fuerza que nunca sobre el Rornestinden.
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| Full Moon |
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